1. Seborreico.
El eczema seborreico, también llamado dermatitis seborreica, se trata de una afección crónica que se presenta con prurito, propia de las zonas de la piel que contienen una gran proporción de glándulas sebáceas.
Provoca descamaciones blanco-amarillentas sobre todo en el cuello y las zonas laterales de la cabeza.
Este tipo de eccemas puede ser confundido con la psoriasis, aunque se diferencia de ella en el tipo de placas que presenta que son más finas y grasientas, a veces provocan ampollas y supuración. Sin embargo en la psoriasis suelen ser más gruesas, más definidas y secas.
2. Alérgico o de contacto.
El eczema alérgico o de contacto se desencadena tras una exposición a un alérgeno que produce hipersensibilidad. La respuesta de la piel es inflamatoria y puede darse en contacto con sustancias agresivas que puedes encontrar en tintes, champús y cosméticos capilares, perfumes, etc.
Para detectar el alérgeno deben realizarse pruebas epicutáneas específicas.
